"Érase una vez una bella princesa llamada Heenderella que
vivía con su gato en un precioso castillo. Amaba fervorosamente a su mascota,
así que le cepillaba el pelaje cada día y le ponía un lacito como collar. Pero
un buen día….
(Cenicienta se acerca a Heebum)
-
Heeebuuu~~m es la hora de acicalarte~!
Heebum al verla entrar se erizó entero enfadado y saltó por
la ventana propinando a la princesa un buen bufido.
-
Oh no Heebum! Dónde vas? Espera, no me dejes sola… Gato
estúpido vuelve aquí ahora mismo!
(Esto último lo dijo saltando por la ventana decidida a
perseguir al gato.)
Heenderella corrió para poder atrapar a Heebum, pero cuando
entró en el bosque, lo perdió de vista, así que tuvo que buscar a ciegas.
Entre la espesura encontró un caminito que comenzó a seguir,
y a pocos metros más allá se encontró con una bella muchacha de aspecto
oriental acompañada por su dragón y su grillo de la suerte.
(Heenderella se acerca a los 3 y pregunta)
-
Buenos días Mugeng, has visto pasar un gato gris
azulado por aquí?
-
Buenos días. – Dijo Mugeng educadamente. – Ya has
vuelto a perder al gato...? Siento decirte que no lo hemos visto pasar.
-
Maldito gato, llevo corriendo con estos tacones un buen
rato por su culpa.
De repente Heenderella se giró hacia el dragon
-
Tú eres un dragón, así que llévame volando!
-
Pero mis alas no son lo suficientemente fuertes para
soportar tu peso, princesa. – Dijo galantemente Zhoushu, aunque no le hizo
ninguna gracia a la princesa, y antes de que ésta replicara, dijo. – Pero
podrías llevarte a Hen-Kee, es un grillo de la suerte, a lo mejor te ayuda a
encontrar lo que buscas.
Heenderella miró curiosa a Hen-Kee pero arrufó el morro.
-
Nah, no creo que dé mucha suerte si estáis dispuestos a
dejármelo sin más, además si se pone a cantar me pondrá nerviosa. Seguiré
buscando sola, muchas gracias. – Hizo una reverencia pomposa que no cuadraba
nada con su personalidad y se fue.
Pocos minutos después se encontró con una delicada niña
rubia que parecía que estaba persiguiendo algo también.
-
Hola Minlice, tú por aquí! Oye, has visto pasar a mi
gato?
-
Hola princesa, no, no lo he visto… Has visto tú a un
conejito con un reloj y con mucha prisa? – Respondió Minlice.
-
Me ves con cara de preocuparme por conejos con relojes?
– Espetó enfadada Heenderella dando media vuelta y encontrándose de bruces con
una mujer que ocupaba el doble que ella.
-
Nadie puede hablar a Minlice así excepto yo! Que le
corten la cabeza!! – Comenzó a gritar Kyun of Hearts levantando el cetro que
llevaba en la mano.
De repente de entre los arbustos comenzaron a salir soldados
vestidos de carta de naipe. Heenderella al verlo prefirió huir antes de ponerse
a discutir ya que parecía que todo iba muy en serio. Consiguió escapar de la
mala situación pero estaba agotada y se sentó a descansar en un claro del bosque.
Al cabo de poco apareció una chica que se sentó a su lado para descansar
también.
-
Buenos días, princesa. Puedo sentarme a tu lado un
poco? – Quiso saber Snow Bum.
-
Qué sentido tiene que lo preguntes después de haberte
sentado?? – Dijo Heenderella de mal humor.
-
Pues tienes razón. – Dijo sonriendo Snow Bum. – Quieres
una manzana? – Dijo mientras le ofrecía una cesta llena de manzanas.
-
No gracias, todas para ti… Durante tu paseo has visto
pasar a mi gato?
-
No, no lo he visto…
De repente Winnie the Dong y Peter Hyuk aparecieron en
escena.
-
Buenos días damas. – Dijo Peter Hyuk alegremente.
-
Hola princesas. – Dijo Winnie the Dong. – Tenéis miel
por un casual?
-
Pero es que sólo puedes pensar en miel?! – Inquirió
Peter Hyuk.
-
Qué pasa? Sabes que siempre tengo hambre!! – (Ruido de
estómago vacío)
-
Yo tengo manzanas si quieres, osito… - Dijo amablemente
Snow Bum ofreciendo su cesta otra vez.
Heenderella se puso en pie como si de repente tuviera un
muelle en las piernas.
-
Pero a quién le interesan tus manzanas! Seguro que están
envenenadas! – Heenderella no tenía mucha paciencia cuando estaba preocupada, pero
por suerte sus amigos la conocían perfectamente y se lo perdonaban – Vosotros,
habéis visto un gato? No?? – Dijo al ver que negaban con la cabeza los dos
recién llegados.- Pues no me interesáis. Me voy.
Se fue pateando el suelo con furia intentando desahogar su
frustración de alguna manera. Cuando volvió a parar para orientarse, los
matorrales que tenía al lado comenzaron a moverse. De repente salió un león del
matorral.
-
Buh!!! – Dijo Shimba con una amplia sonrisa en la cara.
Heenderella cayó de culo al suelo del susto, pero enseguida
se puso en pie y comenzó a gritarle al león.
-
Yah!! Crees que es normal ir asustando a la pobre
gente?!?!
Shimba salió corriendo asustado y Heenderella detrás (Heenderella
corre con un zapato en la mano). Metros más allá ya le había perdido de vista y
cuando volvió a parar se encontró fuera del camino y perdida.
-
Y ahora qué?? Vuelvo a casa? No parece que vaya a
encontrar en la vida a Heebum… Quiero que vuelva… -
Por un momento parecía que se iba a derrumbar, pero apareció
alegremente en escena Pinhae. Al ver a la princesa abatida se acercó a ella.
-
Pareces triste, qué te pasa? – Preguntó con voz amable
-
Mi gato se ha escapado y no lo encuentro, llevo
corriendo en su búsqueda media mañana… no le habrás visto por casualidad?
-
Oooh tu gato? Claro que sí! – Le creció la nariz pero
pasó inadvertido por la princesa.
-
En serio? Dónde?? – preguntó entusiasmada Heenderella.
-
Hace un momento, me ha hablado y me ha dicho que
adoraba el estilo de vida que lleva y que su ama era la más fea del reino. – Le
creció la nariz hasta casi sacarle un ojo a Heenderella, hecho que hizo que
pasara por alto las palabras y sólo se preocupara por esquivarla asustada.
-
Maldita sea Pinhae! Tenía que cruzarme contigo cuando
estoy de tan mal humor!
-
… Si quieres encontrar a tu gatito tendrás que
encontrar primero al Sapphire Blue Fairy.
-
A quién? Espera, no te ha crecido la nariz, has dicho
la verdad! Dime, dime, dónde la puedo encontrar?
-
Hacia allá – Pinhae señaló hacia la derecha.
Pero Heenderella al ver que le crecía la nariz, giró directa
en dirección opuesta y se fue sin despedirse. Parecía que el Sapphire Blue
Fairy no quería aparecer todavía, y aparecieron en su lugar una pareja de lo
más extraña. Se los encontró bailando un vals completamente absortos. Al
fijarse bien descubrió que eran Beauteuk y Beastin. No pudo evitar
interrumpirlos. Corrió y se puso entre medio de los dos separándolos y se puso
a bailar dando saltitos y moviendo el trasero de un lado a otro.
-
Y así se baila, par de trolls! Por cierto, Beauteuk tu
vestido es precioso, lo quiero. Ya!
-
Me lo regaló Beastin el día de mi cumpleaños. Para el
tuyo te regalaré uno más bonito aún.
Heenderella asintió satisfecha sin darse cuenta de que el
día de su cumpleaños era ese mismo día. Se le había olvidado por completo
gracias a Heebum.
Poco después de despedirse de la extraña pareja, llegó a un
claro y por fin se encontró con el Sapphire Blue Fairy. Al verla se emocionó de
lo bonita que era.
-
Hola Sapphire Blue Fairy, podrías decirme dónde puedo
encontrar a mi gato Heebum?
-
Hola Heenderella. Sé dónde está tu gatito y te mostraré
el camino encantada.
Con un movimiento de su varita hizo que apareciera un
caminito de luz de color azul zafiro.
-
Sigue el camino azul zafiro, te llevará directo a
Heebum.
Heenderella dio un saltito y casi estuvo a punto de abrazar
al Sapphire Blue Fairy de la alegría y gratitud que sentía.
Seguía la estela sin notar casi el agotamiento que sentía,
no sabía ni la hora que era, pero tenía hambre desde hacía rato.
Minutos después, se encontró con otra pareja que hablaba con
parsimonia. De lejos los reconoció pero fingió que no los veía. Sin embargo,
ellos no parecían querer dejarla huir.
-
Buenas tardes Heenderella, hemos venido para hacerte
una visita oficial. – Dijo respetuosamente la mujer.
-
Ah, pues muy bien, estoy ocupada en este momento, venid
a verme en el castillo a partir de mañana, sí? – Hizo ademán de irse, pero Yeddin,
la agarró por el brazo.
-
Mi mujer, Jaswookie, y yo hemos venido para ofrecerte
este regalo. – Dijo mientras le daba algo que parecía un felpudo enroscado.
-
Que me lo déis mañana, que tengo prisa!
-
Si tienes prisa, esto te puede ser de ayuda. – Dijo Yeddin
desenroscando su regalo. Lo que parecía un felpudo, resultó ser una alfombra de
color azul muy bonita. – Es una alfombra mágica y te llevará allá donde
quieras.
-
Ah sí?! Pues a ver si es verdad. – Dijo
despachurrándose sobre la alfombra. – Sigue la estela azul zafiro y rapidito.
La alfombra se apresuró a cumplir la orden de su malhumorada
ama y en un pispás se plantaron al final del camino que resultó estar justo
enfrente de su castillo. En la puerta de entrada se encontraba Heebum enroscado
durmiendo.
-
Heebum, maldito! Me has pegado un susto de muerte!
Al oír el grito el gato se apresuró a entrar dentro del
castillo por la trampilla para gatos de la puerta principal.
Heenderella se dispuso a seguirle de nuevo, al menos ahora
estaba dentro y podría pillarle para pegarle la regañina sin problemas. Al
abrir la puerta de entrada…
-
SORPRESA!!!!!! Feliz cumpleaños Heenderella!!! (Con una
mesa con un pastel enorme y una pancarta)
Todos los amigos que se había encontrado durante la búsqueda
se habían reunido para celebrar su cumpleaños. Heenderella por fin recordó que
era su cumpleaños y se unió a ellos con alegría olvidando las penas de su
búsqueda."
Recuerdo que todavía podéis participar poniendo vuestra voz a algún personaje o bien con la edición de video ;D
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